La Educación, bien público u objeto de comercio
Hablar del comercio educativo significa
referirse a fenómenos y a actores diversificados.
Por un lado, la educación como un derecho
fundamental del hombre, consagrada en nuestra Constitución Política y otorgada de
manera gratuita, y también considerada como un bien público, por la formación del ser social y la transmisión de los conocimientos y habilidades bajo
el sistema educativo.
Por otro lado, a sugerencia del Banco Mundial, bajo el
argumento de que el Estado no debería destinar recursos fiscales a la educación
superior hasta no contar con los niveles de acceso, calidad y equidad en los
niveles de primaria y secundaria, como objeto de comercio, fomentando el desarrollo de las escuelas
privadas
Por ello surgen los proveedores y prestadores
virtuales de servicios ligados al
aseguramiento de la calidad y a la constitución rápida del mercado global de la
educación superior, como promotores de
la mercantilización educativa.
Las instituciones privadas de educación
superior han elaborado una serie de mecanismos para conservar y ampliar su mercado,
ofreciendo diversos modelos de financiamiento y compitiendo entre ellas, donde
la calidad y el prestigio de las instituciones juegan un papel fundamental en
la determinación de este tipo particular de mercancía. Si uno de estos
elementos se pierde, las instituciones ven disminuir su participación en el mercado
y/o el valor de sus servicios.
Para regular estos servicios mediante normas
de calidad, existen presiones nacionales e internacionales, que evalúan de
manera permanente a las instituciones educativas, públicas y privadas, y
orientar de esta manera al consumidor o estudiante.
El siguiente video nos presenta de manera
objetiva lo que el Comercio educativo representa, su presencia en México, las
ventajas y obstáculos del comercio electrónico, la educación en línea y los instrumentos,
recursos y herramientas de comunicación que requiere para proporcionar y crear
un entorno virtual de aprendizaje eficaz.
A manera de conclusión podemos mencionar que
en México, como en todo el mundo, la transnacionalización de la educación
superior continuará desarrollándose, debido a la incapacidad del sector público
para dar cabida a un número suficiente de alumnos. Por ello es necesario incrementar y mejorar nuestro sistema educativo,
con actualizaciones y revisiones permanentes de los programas, calificación de profesores
e investigadores; laboratorios de punta; equipamiento continuo de bibliotecas y
centros de documentación; tecnología de avanzada; difusión de lo que México hace
en el mundo y promoción de una buena imagen en el extranjero, para llegar a tener
centros de investigación e instituciones de talla internacional.
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